El Gobierno De Lázaro
Cárdenas
Cardenismo
El término cardenismo se usa como nombre de
la corriente ideológica inaugurada por Cárdenas; también se le llama así a la
etapa en la que gobernó México de 1934 a 1940, aunque algunos
detractores prefieren el término "cadete". La corriente política del Cardenismo surge así:
·
El ejército apoya el cardenismo y es leal a él, ya
que le ha dado voz y voto y el poder presidencial que Lázaro Cárdenas llega a
tener, no amenaza el poder militar, sino lo consolida, aunque a partir de
Cárdenas el poder lo ostente la presidencia más que los generales.
·
Con los trabajadores impulsó el tema de los
derechos mediante una gran confederación de trabajadores en donde todos
estuvieron unidos al Estado y el Estado se comprometió a velar por los
intereses de ellos.
·
El sector campesino y el indígena apoyan a Lázaro
Cárdenas porque se les ofrece y entrega la reforma
agraria.
·
A los empresarios les ofreció un proyecto económico
viable.
·
A la iglesia la incluyó en su proyecto.
Cuando Lázaro Cárdenas fue
designado candidato presidencial, ya era uno de los divisionarios más
importantes del ejército. Había sido un fiel subordinado de Calles, no había
atacado a Ortiz Rubio, ni compartido las opiniones
conservadores de Calles sobre política agraria. Desde el primer momento
empezaron a surgir tensiones dentro del nuevo gobierno. Estallaron debido, en
gran medida, a la ola de huelgas que se desató tras la toma de posesión de
Cárdenas y a la actitud benigna que ante las mismas adoptó el presidente.
Cárdenas actuó con rapidez
ejerciendo el poder que le quedaba a la presidencia en tanto jefatura del
ejército. Antes de que el callismo pudiera reaccionar, el Maximato había tocado
a su fin y se iniciaba la era cardenista.
La desaparición de Calles y su grupo
del escenario político logró que las aguas de la política volvieran a su cauce
normal. Terminaba su tarea de eliminar a los callistas irredentos del PNR, el Congreso y las gubernaturas de
los estados, Emilio Portes Gil mismo, dejó la
presidencia del PNR. Cárdenas lo sustituyó con un hombre de su total confianza, Silvano Barba
González.
Por temor a la política obrera de
Cárdenas, surgiría una corriente anticardenista dentro del ejército, la
institución armada permanecería hasta el final obediente a las órdenes del
presidente, y el secretario de Guerra, Manuel Ávila Camacho, sería el sucesor
de Cárdenas.
Cuando decidió deshacerse de
Calles no le quedó otro camino que fortalecer a la presidencia allegándose la
fuerza de los sectores populares. La reforma no tocó solo la periferia, sino el
corazón mismo de la agricultura comercial.
Después del cardenismo, la
agricultura mexicana no volvería a ser la misma, la gran propiedad heredada de
la Colonia y afianzada en el siglo XIX, fue trastocada en su médula por virtud
de la reforma agraria que se impulsó desde la
presidencia de la República.
Cárdenas aceleró el proceso de
unificación del movimiento obrero hasta llegar a la creación de la
Confederación de Trabajadores de México (CTM). La CTM, organizada a principios de 1936, junto con la CNC, se
convirtió en un pilar del cardenismo, aunque la base no llegó a mostrar la
incondicionalidad del movimiento campesino, los organismos obreros sostuvieron
la candidatura de quien Cárdenas había designado como sucesor, el general Ávila
Camacho.
En torno al desarrollo económico
del país, Cárdenas llegó a considerar que estaba en la posibilidad de optar
entre dos alternativas para ese desarrollo, imitar la estrategia del modelo
capitalista seguido por las sociedades industrializadas o intentar un camino
diferente que combinara el crecimiento de la producción con el desarrollo de
una comunidad más integrada y más equitativa. La utopía propiamente cardenista,
consistiría en tratar de ir más allá del keynesianismo o del fascismo, sin
desembocar en el modelo soviético.
El deterioro repentino de la
economía en 1938 fue resultado directo de la crisis petrolera. La expropiación
petrolera de ese año no solo afectó a los exportaciones de combustibles sino
que, arrastró tras de sí también las ventas de minerales y detuvo las
inversiones del sector privado de la economía.
La actividad agropecuaria y la
exportación de minerales y petróleo, se vieron sometidos a una dura prueba. El
país asistió a un principio de sustitución de importaciones a la vez que al uso
intensivo de la capacidad instalada. La política gubernamental favoreció el
aumento de su uso a cerca del 100%. El estado asumió nuevas funciones: “Estado
activo”, involucrado directamente en la producción y creación de
infraestructura.
Las regiones norte y centro del
país, experimentaron los mayores crecimientos de la producción agrícola por
habitante y la menor participación del ejido en el total de la superficie
cultivada. La zona norte de la costa del Pacífico, tuvo el menor índice de
crecimiento productivo. El ejidatario siempre contó con un financiamiento menor
que el propietario privado. La baja en el valor de la producción no
necesariamente significó un empeoramiento de la situación del campesino. Por el
contrario, el consumo de alimentos aumentó en las zonas rurales sin que lo
registrara la economía monetaria.
CTM
Reforma agraria
En el norte, llevó a cabo la Reforma agraria, planeada originalmente por Emiliano Zapata. Este reparto es
considerado por muchos como el más grande del siglo en la historia de México.
Durante el sexenio del general Lázaro Cárdenas del Río fueron repartidas 18
millones de hectáreas a las comunidades y ejidos. De esta manera, aumentó a 25
millones de hectáreas la cantidad de tierras en el sector social (es decir, las
parcelas que se encontraban fuera del régimen de propiedad privada). El objeto
del reparto agrario lanzado durante el gobierno de Cárdenas buscaba no solo la
satisfacción de una demanda popular plasmada en la constitución de 1917, sino la formación de
pequeñas unidades productivas, con capacidad de autosuficiencia alimentaria.
La unidad básica del modelo de reforma
era la conformación de ejidos. Se trata de una dotación de tierras que eran
entregadas a un núcleo de población para que las aprovecharan de la manera que
consideraran conveniente. Cada ejido estaba regulado por un órgano interno
llamado Comisaría Ejidal, integrada por los titulares de la dotación
(generalmente hombres) que elegían a un presidente y una mesa directiva. La
Comisaría Ejidal tenía la facultad de representar a los ejidatarios en los
trámites gubernamentales. Dado que al final de la Revolución y la guerra Cristera, la mayor parte del país
estaba en la ruina económica, el gobierno de Cárdenas creó el Banco Nacional de
Crédito Ejidal (Banjidal) destinado a capitalizar a los núcleos ejidales.
En Yucatán condujo
su política agrarista mediante la expropiación, el 3 de agosto de 1937, de los henequenales en favor de los ejidatarios yucatecos.
Además de la repartición de tierras y
el financiamiento monetario, la reforma agraria del Cardenismo incluía el
establecimiento de un sistema educativo que permitiera la formación de
profesionistas técnicos que ayudaran al desarrollo de los ejidos. Por ello,
asociados a los núcleos ejidales, se crearon escuelas donde los niños y jóvenes
debían adquirir conocimientos sobre agricultura, ganadería y
aquellas otras actividades específicas que permitiera el medio ecológico. En
ese sentido, la reforma agraria llevada a cabo durante el sexenio de 1934-1940
se diferenciaba de la implementada por los gobiernos anteriores, para quienes
todo se limitó a la dotación de tierra a individuos dedicados a la agricultura
a pequeña escala. Lo que la Secretaría de Agricultura se planteaba en la
segunda mitad de la década de 1930 fue la creación de centros agrícolas
competitivos.
Sin embargo, el plan de formación
técnica, como el financiamiento, no pudieron llegar a resarcir el rezago del
campo mexicano totalmente. El plan del Cardenismo solo funcionó en ciertas
regiones, aquellas que como la Comarca Lagunera o el valle del río Yaqui
contaban con riego y tierras fértiles. Por otro lado, aunque el reparto de
tierras durante el gobierno de Cárdenas fue el mayor de la historia de México,
no disminuyó significativamente la dimensión de las tierras en pequeña y
mediana propiedad, y de los latifundios. Durante el siguiente período
(1940-1946), el reparto agrario fue frenado y se emprendió una "contrarreforma"
agraria, despojando nuevamente de las tierras recién obtenidas a algunos
ejidos, para enajenarlas.
Expropiación petrolera
Quizá la decisión de política pública
más representativa de la administración Cárdenas del Río es la expropiación
petrolera. Debido a una combinación de factores, entre los que
destacan la debilidad de las economías estadounidense y británica durante la
década de los treinta (ambas estaban sumidas en los efectos de la crisis de
1929), la existencia de un fuerte conflicto entre los trabajadores de las
empresas petroleras instaladas en México y los empresarios extranjeros que
desatendieron un laudo laboral de la corte mexicana, así como su propia visión
de un capitalismo democrático y nacionalista, en el que las industrias básicas
(petróleo, siderurgia, etc.) jugaban un papel clave, Cárdenas decretó la
expropiación el 18 de marzo de 1938, y se creó Petróleos Mexicanos (Pemex).
A pesar de que la compensación por los
bienes expropiados se incluyó en el decreto, el acto enfureció a la comunidad
empresarial internacional y molestó a los gobiernos extranjeros, especialmente
el Reino Unido. Antes de salir, las compañías petroleras se habían asegurado de
no dejar nada para ayudar al gobierno mexicano, con la esperanza de forzar
Cárdenas a aceptar sus condiciones. Pese a que México finalmente fue capaz de
reiniciar los campos petroleros y refinerías, la producción no alcanzó los
niveles anteriores a la expropiación hasta 2 ª Guerra Mundial, durante la cual
asesores técnicos fueron enviados por los Estados Unidos como parte de su
política de esfuerzo de guerra aliado.
Sin embargo los británicos rompieron
las relaciones diplomáticas con el gobierno de Cárdenas, y el petróleo mexicano
y otros bienes fueron boicoteados, a pesar de un fallo internacional a favor
del gobierno de México. Sin embargo, con el estallido de la Segunda Guerra
Mundial, el petróleo se convirtió en un codiciado producto. México comenzó a
exportar petróleo a la Alemania Nazi y la Italia fascista2
Más importante, sin embargo, que el
acto expropiatorio mismo, fue el amplio consenso nacional que Cárdenas fue
capaz de crear con esa decisión. No solo se sumaron los sectores del entonces
Partido de la Revolución Mexicana, sino que de manera virtualmente unánime
otros muchos sectores de la opinión pública mexicana, la Iglesia católica entre
ellos, se sumaron de manera entusiasta a la decisión del entonces presidente,
quien construyó de esa manera una amplia base de apoyo social que perduraría
muchos años después de que su presidencia terminara.
Tanto así que ha sido el único ex
presidente de México capaz de mantenerse activo en la política nacional en el
periodo post-revolucionario, como lo atestigua su participación en el Frente de
Liberación Nacional, organización que muchos consideran como el
germen de algunos de los actuales partidos y movimientos políticos de México,
su participación en proyectos de desarrollo social en la cuenca del Lerma y
otras regiones de México, así como su decidido apoyo a la Revolución cubana encabezada por Fidel Castro Ruz. Prueba de ello es que en
abril de 1961,
con motivo de la Invasión
de Bahía de Cochinos en
que tropas "anticastristas",
entrenadas y dirigidas por la CIA,
el Gral. Cárdenas del Río se alistó de inmediato al ejército cubano con el fin
de combatir a los estadounidenses y sacarlos de Cuba.
Exilio español
Cárdenas acogió a
unos cuarenta mil exiliados
republicanos españoles, que debieron salir de su país por la guerra civil entre 1937 y 1942. En 1937,
por intercesión de su esposa Amalia Solórzano,
quien presidía el Comité
de Ayuda a los Niños del Pueblo Español, asiló a 456 menores,
huérfanos de la guerra civil e hijos de combatientes republicanos que fueron llevados a México, a petición
del Comité Iberoamericano de Ayuda al Pueblo Español,
y recibieron alojamiento, sustento y educación en la ciudad de Morelia. Con el pasar de los años, el grupo
fue conocido como "los Niños de Morelia.
Su apoyo a la República
Española no se limitó
a esto, la defendió en foros internacionales e intentó ayudarla económicamente,
incluso con exportación de armas; el gobierno de Roosevelt se opuso a estos planes. Al finalizar
la guerra con el triunfo del ejército
sublevado, Cárdenas puso bajo su protección a los exiliados
españoles en Francia, incluyendo al presidente Manuel Azaña, quien murió bajo protección
diplomática mexicana y fue enterrado envuelto en una bandera mexicana, porque las autoridades colaboracionistas francesas se negaron a que fuera enterrado con
la bandera
española republicana. Cárdenas, Rafael M Pedrajo y los diplomáticos del régimen
lograron que decenas de miles de exiliados fueran acogidos en México, incluidos
numerosos intelectuales que enriquecieron sensiblemente la cultura mexicana.
OBRA
EDUCATIVA E INDUSTRIAL
También durante, su mandato se transformó el Castillo de
Chapultepec, antigua residencia de los gobernantes del país, y
se creó allí el Museo
Nacional de Historia. De igual modo, impulsó iniciativas, para
clausurar casas de juego y, rompiendo con la estrategia seguida por Calles,
cesó la hostilidad hacia la iglesia católica.
Asimismo, en el ámbito social y académico enfocado ,a la educación, fundó el Instituto
Politécnico Nacional (IPN), El Colegio de
México (Colmex) y el Instituto
Nacional de Antropología e Historia (INAH), entre otros. Modificó la
Ley Agraria, amplió también la red de carreteras y permitió la entrada a los
refugiados políticos de muchos otros países, además de los ya mencionados de
España.
Al término de su mandato, estuvo al
mando de la región militar del Pacífico en la Segunda
Guerra Mundial, y -como parte de la estrategia de unidad nacional
seguida por su sucesor- fue también Secretario de la Defensa Nacional del
presidente Manuel Ávila
Camacho hasta el fin
del conflicto. Fue vocal ejecutivo de algunas empresas y presidente de
administración de la Siderúrgica Las Truchas, empresa que hoy lleva su nombre.
EL INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL
EL COLEGIO DE MÉXICO